Portadores de la palabra



Extraído de la wikipedia de warhammer 40.000 en español

Orígenes


Lorgar, Primarca de la Legión de Marines Espaciales Portadores de la Palabra, había sido siempre uno de los más escrupulosos y consagrados practicantes del Culto Imperial. Estaba seguro de que sus progresos constantes y metódicos durante la Gran Cruzada, convirtiendo planetas al Culto Imperial con dedicado ahínco, le proporcionarían la gratitud eterna del Emperador, y lo elevarían a una posición preeminente entre los Primarcas. Por tanto, fue un duro golpe para él que el Emperador le reprendiera por su lentitud en cumplir los objetivos primarios de la Gran Cruzada. La misión de los Marines Espaciales era luchar, no perder tiempo en rituales sin importancia ni en la construcción de monumentos.

Más adelante, Lorgar diría que está acción haría caer el velo que le cubría los ojos, y que pudo ver al Emperador como era en realidad: no un dios, si no un hombre irreverente, incapaz de comprender que lo que la humanidad necesitaba era, antes que cualquier otra cosa, una guía religiosa para dar sentido a una existencia que de otra forma no tenía valor. La fe de Lorgar en el Culto Imperial quedó destruida, pero rápidamente encontró un substituto en la forma terrorífica de los Dioses del Caos. Ellos eran dioses de verdad: seres que exigían ser adorados, que en realidad esperaban las demostraciones de devoción y dedicación.

Por tanto, incluso antes de que Horus fuera corrompido, Lorgar empezó a adorar a los Dioses del Caos. Lorgar se recreaba en cada uno de los diferente aspectos de cada uno de los Poderes Oscuros, pero no adoraba a ninguno por encima de los otros. Se consagró al Caos en su forma más pura, el Caos Absoluto, y rápidamente arrastró a los Portadores de la Palabra por el mismo camino. La fanática dedicación que los Portadores de la Palabra habían demostrado en su adoración al Emperador fue rápida y fácilmente dirigida a una devoción igualmente fanática al Caos.

Al principio, los Portadores de la Palabra tuvieron que mantener sus actividades en secreto. Establecieron cultos secretos en los planetas que controlaban o conquistaban, los cuales trabajaban de forma insidiosa para convertir nuevos adeptos al culto de los dioses del Caos. Cuando empezó la Herejía de Horus, los Portadores de la Palabra revelaron inmediatamente su verdadera naturaleza, y en un millar mundos, los Cultos del Caos que ellos habían fundado se levantaron en rebelión abierta. Lorgar y los Portadores de la Palabra, liberados de la necesidad de mantener su adoración en secreto empezaron a adorar abiertamente a los Dioses del Caos.

Después de la derrota de Horus, los Portadores de la Palabra se retiraron al Ojo del Terror. desde allí continúa predicando la palabra del Caos. En los mundos que atacan, los Portadores de la Palabra construyen gigantescos monumentos dedicados a sus Dioses Oscuros, y erigen inmensas catedrales donde los cantos y las plegarias de los adoradores se mezclan con los gritos y aullidos de los que están siendo sacrificados a los Poderes del Caos en altares ensangrentados.

Planeta Natal Editar sección Planeta Natal


Colchis: Había sido una de las primeras colonias humanas y en tiempos remotos llegó a un desarrollo tecnológico envidiable. En tiempos de la gran cruzada y la llegada de Lorgar al planeta este se encontraba en un regreso a la era feudal y dominado por fanáticos religiosos.

Despues de la Herejia de Horus, sufrío un bombardeo orbital con torpedos ciclonicos, Todo el planeta se fracturó y explotó desapareciendo. Su localización es un secreto guardado por la inquisición.

Doctrina de combate


Las tácticas de los Portadores de la Palabra están influidas en gran medida por los demonios que invocan. Utilizan la presencia de demonios para aterrorizar, puesto que se sienten por encima de ellos en la jerarquía del Caos. Es por esto que no tienen reparo alguno en enviar a morir hordas enteras de demonios.

Los Portadores de la Palabra son la única Legión Traidora que sigue contando con capellanes entre sus filas, los cuales imponen un estricto régimen de observación religiosa entre sus hermanos. No obstante, tras abandonar la fe imperial, los capellanes son ahora apóstoles oscuros del Caos. Todos los Portadores de la Palabra deben dedicar cada día un tiempo considerable a actos de sacrificio ritual, estudio de lo oculto, o adoración decadente.

Cuando un Apostol oscuro se encuentran al mando de un ejército, insuflan una fe tan ciega a sus soldados que estos están dispuestos a cometer las mayores atrocidades. El avance de los Portadores de la Palabra solo se puede detener con su muerte o por designio de sus Apóstoles.

Los Portadores de la Palabra luchan de acuerdo con las visiones que tienen sus apóstoles oscuros. El resultado es una táctica de combate que raya la presciencia. Los Portadores de la Palabra obligan a los enemigos hechos prisioneros a que se conviertan a su doctrina y luego los envían como esclavos a construir las más maravillosas catedrales jamás levantadas para los dioses del Caos. Su fe en el Panteón es tan grande que los dioses del Caos les han recompensado con la ayuda de grandes demonios para que puedan alcanzar sus objetivos.

En la Batalla, los Portadores de la Palabra son obstinados hasta el límite, avanzando bajo gigantescos estandartes dedicados al Caos en su infinita variedad de formas, recitando catecismos mientras luchan, ¡y ejecutando al enemigo como castigo por su fracaso en seguir el verdadero camino de la rectitud!

Creencias Editar sección Creencias


Adoran a todos los dioses del Caos por Igual, Son los mas fanáticos de sus seguidores y consideran su misión divina convertir a todos los vencidos a la fe del Caos.


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