Mis 25 años de Warhammer 40.000



Durante este 2012 se cumplen los 25 años desde el lanzamiento de warhammer 40.000 por primera vez.

Para quien no lo conozca es un wargames ambientado en el cuadragésimo primer milenio de nuestro universo aunque cargado de muchísima ciencia ficción y pequeños toques de fantasía. Estos toques de fantasía vienen dados por los poderes psíquicos que se tratan como si fuera magia o por los demonios que acechan a la humanidad.

Yo empecé a jugar a este juego con tercera edición cuando tenía unos 15/16 años si no recuerdo mal. Estamos hablando de que llevo casi 14/15 años desde que empecé a jugar, sin embargo, debo reconocer que no ha sido todo alegrías en este juego y de esos años solo habré jugado habitualmente unos 8 o 9

Comencé coleccionando lobos espaciales que amplié rápidamente gracias a unos descuentos que dieron en una white dwarf y que me sirvieron para conseguir también un paladín del emperador de edición exclusiva que aún conservo; lo mismo algún día me da por hacerme Templarios Negros el otro único capítulo leal de marines que me gusta junto a mis añorados lobos.

Solía jugar habitualmente contra eldars oscuros, necrones y eldars de Biel Tan (que usaba el códex mundos astronave de aquella época). Sin lugar a duda los eldars eran los que más problemas me daban con sus guerreros especialistas.

Con el tiempo, nuestro interés por el juego fue decayendo quedándome yo solo prácticamente para jugar y aunque seguía pintando alguna cosilla y jugando de vez en cuando. Entonces salió sexta edición de Warhammer fantasy y yo iba alternando ambos sistemas hasta que al final en mi grupo de juegos nos quedamos únicamente con fantasy.

Esto de quedarnos solo con fantasy hizo que acabara vendiendo mis lobos para comprar miniaturas de orcos y goblins y guerreros del caos de fantasy (de estos solo algunas miniaturas que me gustaban y conservo como Archaón el señor del fin de los tiempos).




Luego por falta de tiempo y por la gran calidad de sus miniaturas nos pasamos a confrontation y jugamos muchísimas partidas y me hinché de pintar porque al ser menos miniaturas te podías permitir lucirte con cada una de ellas. Coleccioné por completo a los Grifos de Akkylania y a los Ofidios pero todo llega a su fin y me vine a Madrid a hacer un máster de programación y posteriormente ya me he quedado aquí trabajando, seguí echando algunas partidas en tiendas de Madrid y Tres Cantos a confrontation pero al final también dejé ese juego cuando Rackham se pasó al plástico pre-manchado.

Con el tiempo y dada las circunstancias que atravesaba acabé vendiendo mis dos ejércitos de confrontation con todo el dolor de mi corazón. Ese dinerillo me sirvió para volver a warhammer 40.000 poco a poco ya al final de cuarta y definitivamente con quinta edición.



En mi regreso traicioné al Emperador y sirvo a los oscuros dioses del caos, pues supongo que su malvada influencia cayó sobre mi cuando estuve usándolos en fantasy. Llevo marines espaciales del caos y ahora intento no comprar más miniaturas (aunque me hace falta para consolidar lo que suelo llevar a la batalla) pero quiero antes terminar de pintar todo lo que tengo acumulado, y así de paso sale sexta, el nuevo libro del caos y renuevan algunas miniaturas que me dan auténtico asco pero que quiero para mi ejército, como los arrasadores que no tengo otro remedio que jugarlos con proxies.

Por cierto, en este número de la WD viene un artículo bastante extenso sobre la historia de warhammer 40.000 aunque no creo que merezca la pena la compra de la revista pues no regalan nada (aún recuerdo cuando me regalaron un Aenur en los tiempos de Mordheim o dados en los tiempos de la salida de la sexta de fantasy).

Y han sacado una miniatura en finecast para celebrar el 25 aniversario en honor a la portada del Rogue Trader. Tiene buena pinta y no está del todo mal de precio pero yo no me arriesgo a comprarla siendo del infame finecast... Aqui la podéis encontrar.



Que creo que le espera a warhammer 40.000 pues no sabría bien que decir, tras ver ese borrador alfa del reglamento de sexta (que sigo sin estar convencido de que sea real) creo que deben cambiar muchas cosas porque me parece que algunas reglas son auténticas estupideces que no tienen cabida en este juego. Espero que sexta mejore el equilibrio del juego y de nuevo se vuelva más táctico no como ahora que en cualquier torneo o batalla no de amigos en las tiendas lo único que se ven son vehículos avanzando en línea recta o haciendo de cobertura para las escuadras de apenas 5 soldados.

Menos mal que mi amigo Sagraldar y yo jugamos con variedad de listas donde puede haber infiltradores, exploradores, infantería, vehículos, naves (bueno él que yo no tengo naves con el caos :P) en cualquier combinación. Puede ser que con nuestros ejércitos no podamos ir a torneos pero cada batalla nos da para escribir dos o tres relatos sin problemas de lo épicas que suelen ser.

Y eso es todo, espero que pronto se nos unan uno o dos jugadores más a nuestras partidas (tuvimos a uno con Taus pero desertó de vuelta a Málaga) y que podamos montar campañas más chulas aún que la que estamos terminando Sagraldar y yo en Vedasto (que es el sistema inventado donde ambientamos nuestras partidas)

Gracias por leer este tocho.

Comentarios

  1. Me acabo de dar cuenta que no tenía tu blog en seguimiento, ya lo he solucionado ;)

    Me parece genial que nos cuentes tu singladura a través de los Wargames, pero... ¡Habla más de Wh40k! Una reseña de cómo ha cambiado y eso, no sé. Cuanto egocentrismo :P

    Aún así, decir que es un honor combatir contra ti en Vedasto, y que sea por mucho tiempo, hasta que nuestro propio juego lo derroque :P

    ¡Saludos paranoicos!

    ResponderEliminar
  2. Pues tienes razón en que podría hablar de como ha cambiado el juego.

    Me lo apunto y así tengo una entrada para cuando termine el proyecto, en consecuencia he cambiado el título de la entrada :P

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Deja tu comentario pues es la única manera de salir del Laberinto