El Desafío de los 30 Días (3ª ed) Pregunta 1 Batallita rolera

Pregunta 1: Este desafío va a tener una tendencia mas marcada hacia el nivel creativo, y menos a tener un desarrollo puramente barbarolerístico (palabro que me acabo de inventar). Sin embargo, no nos podemos olvidar de nuestros orígenes, así que teniendo en cuenta únicamente tu experiencia en partidas medievales fantásticas… ¿qué partida, situación, momentazo, te hizo quedarte en plan “¡ostias!”, te descubrió el mundo, dijiste “¡Oh!”, flipaste con el giro argumental…

Pues aunque seguro que después de escribir esta entrada me acuerdo de un buen montón de anécdotas hoy quiero quedarme con una de mi querida amiga Elisa que estaba jugando con nosotros su primera campaña al rol (ya no era su primera partida pero si seguía siendo su primer personaje).

En este caso huyendo de un buen lío en el que nos metimos en un pueblo (y del que Ansel la paladina de Elisa no se enteró del todo ya que digamos que no fueron especialmente nuestras acciones) dimos con un poblado fronterizo bastante grande lleno de gente no especialmente legal pero la fatiga, la necesidad de suministros y nuestra misión nos hicieron quedarnos allí unos días para recuperarnos y buscar información geográfica.

Mientras estábamos disfrutando de las comodidades del lugar (especialmente mi personaje Onises y el semiorco Dominic) e investigando (Ansel y Romen el elfo guerrero) el pueblo se puso en estado de alarma porque un enorme ejército se dirigía al poblado y llegaría en menos de dos días.

Aunque Onises propuso marcharse por la noche, el resto votó ayudarles porque nos habían dado su ayuda así que ayudamos a preparar las defensas lo mejor posible y acabamos entrando en batalla.

Masacramos a muchos atacantes y llegamos a pensar en la victoria hasta que un misterioso guerreros encapuchado armado con dos hachas gemelas entró en acción destrozando a todos los que encontraba a su paso y estalló el caos al caer los líderes del pueblo.

Nosotros decidimos emprender la huida pero Ansel prefirió encarar al enemigo pues había matado al hombre que tan bien nos había tratado y quería justicia. De un doble golpe de sus hachas el misterioso guerrero casi la mata y para rescatarla Romen a caballo cabalgó hacia ella y lanzó la cuerda con el lazo hecho y la cogió como si de alguna clase de animal se tratara.

No tuvo precio la descripción del máster sobre el estado de las nalgas de nuestra querida paladina ni la bronca que Romen tuvo que aguantar de su parte.

Comentarios