Volviendo a la acción



Donkor abrió los ojos y se encontraba de nuevo en Prospero durante el ataque de los Lobos Espaciales que terminó con la destrucción del mundo natal de los Mil Hijos.

Los lobos, las hermanas del silencio y los Custodes del Emperador les destrozaron, nunca tuvieron la más mínima oportunidad.

Siempre veía a Ahriman llegar y salvarle del ataque del sacerdote rúnico y la hermana que le acompañaba. A pesar de que sus poderes estaban anulados Ahriman era un gran combatiente y juntos pudieron acabar con la amenaza.



Después de eso, pequeños destellos con las escenas importantes de su vida.

La llegada al planeta de los hechiceros; las mutaciones de sus hermanos no hechiceros;
la rúbrica de Ahriman en la que participó;
el enfado y el exilio exigido por Magnus;
la separación de Ahriman;
conocer a Abaddon y unirse a la Legión Negra y sus cruzadas;
el asedio al aislado por tormentas diformes del Sector Vedasto;
la Cicatrix Maledictum que rompió el aislamiento del Sector Vedasto así como la pérdida de terreno tanto por parte del caos como de los Xenos dentro del Sector.

Hacía siglos que siempre que entraba en trance para aclarar sus pensamientos y tratar de ver las hebras del destino tenía que luchar contra ese recuerdo antes de poder empezar con sus adivinaciones.

Como tantas otras veces desde que el Imperio había comenzado a reconquistar y purgar el Sector Vedasto las visiones del futuro le eran esquivas y tras varias horas rompió el trance aunque esta vez al terminar de romperse la conexión con el Inmaterium pudo ver un planeta que no reconoció y oír dos nombres: “Vigilus” y “Abaddon”.

Donkor sonrió, se había perdido la caída de Cadia pero esta vez estaría al lado del grandioso Abaddon cuando diera ese golpe decisivo al Imperio.


Por suerte, ya hacía un par de semanas que las tropas leales a él estaban preparándose para partir del casi perdido Sector Vedasto pues era cuestión de tiempo que los otros representantes del Caos así como los escasos y forzosos aliados Xenos acabasen siendo aplastados por los refuerzos del Imperio.

***

Tres días después Donkor contemplaba como sus fuerzas embarcaban en las cañoneras de transportes que les llevarían a su pequeña flota. Para cuando los otros Señores del Caos en los vecinos planetas se dieran cuenta de lo que estaba ocurriendo ya estaría lejos de allí.

Había una pequeña fuerza de marines rúbrica controlados por la cábala de hechiceros (Badru, Asim y Khalid) que eran sus alumnos durante los tiempos de la Herejía y permanecieron fiel a él tras el exilio. También caminaban junto a ellos un grupo de Tzaangors que habían reclutado antes del inicio al ataque del Sector Vedasto liderados por su enorme chamán, Yahya.

Detrás de ellos embarcaban las tropas de la legión negra que Ahriman puso en su momento a sus órdenes. Todos seguidores del caos absoluto y dirigidos por el apóstol oscuro Marcus que se encargaba de mantener la moral y la lealtad a todos los dioses por igual.

El único miembro del Mechanicum Oscuro que tenía en sus fuerzas y sus siervos se aferraban en controlar a los diferentes ingenios que tenían con demonios atados en su interior. Tanques demoníacos que no le terminaban de convencer por su rebeldía pero que no podía negar su utilidad.

La guardia imperial renegada así como los sectarios reunidos en los años de guerra en el Sector Vedasto se veía como hormigas caminando detrás de los astartes. El Coronel Aaron Conall se había hecho cargo de dirigir a las tropas mortales.

La pequeña secta de arrasadores caminaba pesadamente al final del todo siempre aislados, siempre con sus objetivos pero por suerte siempre dispuestos a obedecer sus órdenes.

No era un ejército gigante pero si una fuerza de combate muy a tener en cuenta, seguro que podrían aportar su granito de arena en la caída de Vigilus y cerrar así el camino más seguro que unía los dos imperios. Esto sería una nueva victoria para Abaddon y el Caos.


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En este punto seguro que los más veteranos del lugar os estaréis preguntando porque vuelvo a escribir de warhammer 40.000 pues el motivo es doble tengo ganas de dirigir una campaña de Dark Heresy (en su segunda edición) y por otro las nuevas miniaturas de Marines Espaciales del Caos y de Abaddon me han hecho desenterrar mis antiguas minis y llegar a un acuerdo para pillar a media la caja nueva de inicio. 

No creo que vaya a jugar a la edición actual de 40.000 pero unas partidas a tercera o cuarta edición si es probable que caigan. Y lo que si es más probable es una campaña de Kill Team. 

La campaña de Dark Heresy estará basada en el estado actual del Sector Vedasto, del que ya hace bastante tiempo que Sagraldar, Álvaro (un poquito) y yo definimos y jugamos una campaña que iba ganando el caos cuando lo dejamos. 

Aprovechando los avances del trasfondo oficial he decidido que la Cicatrix que partió en dos al Imperio ha roto las tormentas que mantenían aislado al Sector Vedasto. Con ellos los refuerzos imperiales han logrado reconquistar el Sector Vedasto de manos de los Xenos y Caóticos. 

Aunque algunos mundos tocados por el caos se han perdido otros han podido salvarse y en nuestro trasfondo el Sector Vedasto tenía importantes mundos forja que merecían la pena ser protegidos. 

Por otro lado, lo que son las partidas de Kill Team o si llegamos a jugar alguna de 40.000 las he decidido mover a Vigilus para contar historias paralelas dentro del trasfondo oficial. 

El tema juego y pintura lo pondré en Cargad, que así escribo algo y dejo mi exilio voluntario, y el trasfondo y relatos lo iré soltando por aquí. 

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