Diario de Wrenn Nackle - 1


Entrada 1 del diario


Día 1

Mi nombre es Wrenn Nackle un fiel paladín de Gaerdel Mano de Hierro perteneciente a la Orden del Ojo Dorado y convertido en aventurero errante por petición de mi maestre para alcanzar aquello a lo que estoy predestinado.

No soy una persona a la que le guste mucho escribir pues prefiero dedicar mi tiempo a otras cosas más productivas pero creo que es necesario que deje por escrito la Cruzada en la que me he embarcado para que en el caso de que cumpla mi Destino pueda servir de guía a los miembros de la Orden y en caso de que muera sin cumplirlo, Gaerdel no lo quiera, que quede algo para que mi Orden y mi familia sepan que fue de mi.


Podría decirse que mis aventuras comenzaron el día en que me dirigí de vuelta a mi amada Neverwinter para asistir a la boda de mi querida hermana pequeña, Magvyre, con su prometido Graamros Mongothsbeard un antiguo bardo que quedó prendado de mi hermana y decidió dejar su caravana para instalarse en la ciudad y realizar un cortejo serio.

Debo reconocer que nunca me han caído bien los bardos pero Graamros parece querer de verdad a mi hermana así que me alegro por ellos y espero que la trate bien y no me vea obligado a ----TINTA DERRAMADA QUE IMPIDE LA LECTURA----

Me he puesto a divagar y me encuentro algo cansado así que voy a ir al grano. A la boda invité a mis amigos Bran el enano explorador y Kharma el ----TINTA DERRAMADA QUE IMPIDE LA LECTURA----bardo, y al día siguiente nos reunimos al día siguiente con un viejo amigo de mis padres, Gundren Rockseeker, que nos contó que él y sus hermano habían dado con una antigua mina cercana al ahora decadente pueblo de Phandalin, que otrora fue muy rico gracias a esa mina. 

Él partiría en ese mismo instante a caballo con su ayudante Sildar Hallwinter mientras que nosotros partiríamos un poco después con un carro lleno de suministros para el pueblo y allí nos reuniríamos para hacer las veces de guardaespaldas en la toma de control de la mina.

Lo cierto es que no parece una gran aventura pero dado que todos somos aventureros novatos, es un amigo de mi familia y que nunca sabe donde Gaerdel ha podido situar mi destino pues esto es una buena misión para empezar.

El inicio del viaje fue sin mucho problema pero como a mitad del trayendo hacia Phandalin nos encontramos dos caballos muertos en del camino y mientras nos acercamos cuidadosamente para ver que había ocurrido 4 escurridizos goblins nos atacaron por sorpresa poniéndonos en graves apuros pero mi habilidad marcial fue demasiado para ellos y los matamos.


Los caballos, como temía eran de Gundren y Sildar así que gracias a las habilidades de rastrear de Bran pudimos seguir un rastro que nos llevó hasta la cueva que hacía las veces de guarida de los goblins. Destacar que a pesar de sus grandes dotes de rastreo no iban ligadas a su capacidad de detectar trampas y cayó en un pozo durante el camino.

En la puerta había dos goblins a los que la habilidad de Kharma para la interpretación y el engaño haciendo creer a un goglin que le engañaba con su pareja, y provocando que se pelearan y uno matara al otro. Momento que yo aproveché para aparecer y aplastar la cabeza del otro con mi martillo.

Tras eso nos infiltramos y con Bran como avanzadilla, que demostró ser un infiltrador y arquero impresionante, logramos derrotar a muchas de estas malignas criaturas y encontramos a un Sildar gravemente herido y torturado de formas que ningún ser debería soportar.

Logramos interrogar a uno de los goblins, mediante un soborno hecho por Kharma (sigo pensando que en estos casos aunque cruel es justo recurrir a la tortura) y averiguar que hay un llamado rey Groll en un castillo en medio de los bosques que rodean Phandalin y que es allí donde han llevado a Gundren.

Teníamos pensado seguir limpiado aquel antro de mal pero nos superaban muchísimo en número y dado el estado de Sildar vimos más seguro retirarnos para llegar a Phandalin mientras aún fuera de día.

Llegamos al modesto pueblo a media tarde y dado que Sildar estaba muy herido y nosotros bastante fatigados nos dirigimos directamente a la posada Stonehill donde todos están ya durmiendo tras una ligera cena y yo lo haré en cuanto se seque la tinta en esta primera página de mi diario.

Estoy deseando poder hablar mañana tranquilamente con Sildar y saber como ayudar a Gundren.

******
Diario 2 (próximamente)


Comentarios